dissabte, 5 de maig del 2012

CAPíTULO 11.

Con la primera que se ponga por delante.
Esa fue su respuesta, cualquiera, le daba lo mismo, no nos apreciaba, no queria nada de nadie, su respuesta me parecio incluso triste, que fácil era rendirse, no pensar y decir: Que se peleen ellas por mi.
En ese momento, la que estaba 'delante suyo' era yo, apoyada en un árbol. su respuesta me dejó tan flasheada (esperaba un: tu que coño me preguntas, que más te da o metete en tus asuntos. Incluso hubiera preferido un con nadie, soy libre o tengo novia.) que solo me di cuenta de esa situación cuando Vicky me miró desafiante y se rió histérica. Entonces le miré, reí y me aparte de su camino, siempre bromeando. A los dos segundo volví a mi sitio. Hubo un silencio, no incómodo para mi, tal vez si para otras. Él me sacó la lengua, yo le guiñé un ojo. Fue como un trato sin palabras. Como un 'ya tu sabeh' de Pitbull. No sabes que es, pero es algo. Y piensas, aaaah, eso. Pues algo así. Aún sigo con las ganas de saber que quiso decir,porque no hubo explicacion alguna.

¿Qué quieres que te diga?

¿Que te quiero? Lo siento, pero no lo siento.
¿Que tengo miedo? Creo que eso es evidente.
¿Que me duele verte? Tanto como verla.
¿Que no me concentro? ¿En que? ¿En quien? ¿En ti? Sí. ¿En alguien más? También.
¿Que de repente no te reconozco? Es a mi a quien no reconozco.
¿Que perdí (y pierdo) el tiempo? Eso no me lo tendrás que decir tú.
¿Que es ilogico arrepentirse? En el fondo (y no tan en el fondo) no me arrepiento.