divendres, 28 d’octubre del 2011

Capítulo 8.

Paula y yo pusimos al fin rumbo hacia la hermita, donde habiamos quedado con las otras y con las que deberiamos estar desde hacia más o menos media hora.
-Hotias tía, que están ahí.- Dije, pegandole un puñetazo en el brazo a Paula.
-¡Ay! Tía, voy a acabar el verano con los hombros llenos de moratones, siempre me pegas ne el mismo sitio. Por cierto, ¿Quienes están ahí?.- Dijo, frotándose el brazo con la mano.
-Pues estos tía, los de la peña de enfrente de mi casa.- Dije, pegándole otro puñetazo ne el mismo brazo.
-¡Ay! Ale, otra vez, mira, mejor me pongo al otro lado a ver si así cambiamos de hombro. Hostias tía es verdad.- Sorprendentemente, estos, los de la peña de enfrente de mi casa, estaban ahí, ya en el cruce de las dos calles que llevan a la hermita. Y eso que habian ido por el camino largo. Habian dos opciones, o ellos eran muy rápidos,o nosotras muy lentas.
-Paula, no quiero cruzarmelos otra vez, y si andamos más lentamente.-dije, parandome en seco.
-Vale, pero anda, que si no canta mucho.
Cuando llegamos, estos estaban en el banco y estas estaban al final, sentadas en el muro, en un lado oscuro en el que casi ni se las veia.
-Y si mejor nos quedamos aquí con ellos.- Le ofrecí a Paula.
-Prima va dejame la Blackberry.- Nos gritó su primo desde el banco.
-Uy mira, una excusa.- Dijo Paula bajito, y me guiñó un ojo. Esos días, estabamos nosotras solas, no estaba la otra Vicky, ni Noelia, y parecia que Carla se había ido ya, además las que estaban tenian pinta de estar un poco aburridas.
Fuimos al banco, le di la Blackberry a Javier, vi un hueco en el banco de enfrente y me senté, son darme cuenta de que a un lado tenia a Manu y al otro a Álvaro. Me puse comoda y puse la cabeza en el regazo de Manu, y las piernas en el de Álvaro. A pesar de que tenía mas cerca a Manu, estuve hablando todo el rato con Álvaro; Paula, en cambio, estuvo todo el rato con Samuel, un chico bastante mayor que nosotras, pero muy simpático con nosotras.
Las otras se fueron y ni se despidieron de nosotras, a la mañana sieguiente nos preguntaron donde habiamos estado esa noche muy extrañadas, y o no nos vieron o mentian muy bien.

divendres, 21 d’octubre del 2011

dimecres, 19 d’octubre del 2011

Capítulo 7.

-Por cierto Vicky, ¿yo no te debo 2 euros? Ten, tenias razón.- Dijo, sacándose del bolsillo una moneda de 2 euros y dándomela.
-Estas tonta, era broma, ¿Cómo me lo vas a dar?- A todo esto llevabamos al lado a su primo, al mio, a Álvaro, a Virginia, y a toda la panda a nuestro lado.
-Si no los quieres, dámelos a mi Vicky.- Saltó David, que estaba al lado mio. a su lado estaba Álvaro y cuando David me habló, en vez de mirarle a él, miré a Álvaro.- ¡Eh! Estoy aquí, ¿me ves rubio y blanquito?- David era todo lo contrario, moreno de pelo y de piel.
-No, perdona.- Dije, riendo, le miré por un segundo le saqué la lengua y volví a mirar a Álvaro.
-¿Estas boba Vicky? ¡Reacciona!- Dijo Manu, que estaba a mi otro lado.
-Pero, que susto, ¿Aquí no estaba Paula? ¿Qué habeis hecho con ella?- Contesté, mirando a todos lados.
-Nada, tranquila, está peleandose con su primo por la blackberry, como siempre.
-Ah, eso si que no, la Blackberry es mia, la necesito yo.- Solté, y me fui al lado de Javier, su primo.
-¡Hey, Vicky! ¡Mis 2 euros!- Gritó David.
-¡Cállate!- Dije, y le di la espalda.- Javier, ni se te ocurra, la Blackberry es mia.
-Mmm, creo recordar que es de mi prima.- Dijo.
-Sí, pero le queda poca bateria y yo tengo que conectarme así que lo poco que queda de batería me pertenece.- Dije, apropiandome de la Blackberry.
-¿Ah sí? ¿Y porqué tienes que conectarte? Yo también me tengo que conectar egoísta.- Contestó, y me la quitó de las manos.
-Ya, pero lo mio es importante, lo tuyo es por hacer el tonto.- Dije, recuperándola.
-¿Y que es eso tan importante que tienes que hacer? Además, yo también tengo que hacer algo importante.
-A ti eso no te importa. ¿Y qú que tienes que hacer.
-A ti eso no te importa.- Dijo, repitiéndome.
-Bueno, no se si os molestaré, pero, ¿Os importa preguntarme si os la dejo? Al fin y al cabo, la Blackberry es mia ¿No?- Dijo, y nos quitó la Blackberry.- Entonces yo decido: Alba, ten la Blackberry y que no me entere yo que se la dejas a nadie que se me gasta la bateria, haz lo que tengas que hacer pero no tardes mucho.- Y me la dió.
-Eso depende, puedo tardar 3 minutos o puedo tardar mas de media hora, tu ya me entiendes ¿No?- Dije, y le guiñé un ojo. Nos separamos de ellos y fuimos por otro camino.- Tía, que vergüenza, me lo he comido, ves como si eran ellos.
-Luego dices que nosotras tenemos un problema ¿No?- Me sacó la lengua.

divendres, 14 d’octubre del 2011

Capítulo 6.

-Hola, ¿Está Paula?- Como siempre, me abría la puerta su abuela.
-Si, está acabándose de arreglar, ahora la aviso. ¡Paula, ha venido Vicky!
-¡Dile que entre!- Se oyó desde dentro del baño. La muy tardona, estaría planchándose el pelo, como siempre.
-Hola Luca bonita. ¡Ayyy, Diego, tu perra siempre me lame!- Luca era la perra de los primos de Paula, era enorme, de pelaje blanco y siempre que me veía me lamia la pierna, llevara pantalones largos o cortos.
-Debe de ser que estas rica.- Contestó Diego.
-Si, será eso.- Dije, riendo.
-¡Ya estoy! ¿Nos vamos?- Dijo Paula, mientras guardaba la plancha. Sí, en efecto, se estaba planchando el pelo.
-¡Nemon! Digo... ¡vamos!
-¡Vuelvo a las 12 y media o 1 mamá!- Grito Paula cuando ya salíamos por la puerta y nos alejábamos.
-A las 12 aquí y sin tonterías.
-Vale mamá, a las 12 y media estaré aquí tranquila.- Paula siempre le hacia lo mismo a su madre, llegaba media hora más tarde de la hora a la que le decía su madre, mínimo.
-Paula, por Dios, dejame tu Blackberry. Y vamos yendo ya a por Carla que es tarde y nos va a matar.
-Ten pesada.- Dijo con los ojos en blanco.
-Gracias, te amo. Es que necesito ver si está conectado.- Dije con cara de cordero degollado. Con quien quería hablar era con Óscar, no le veía desde hacía un mes y le echaba muchísimo de menos. Solo hablaba con el por el Tuenti, cuando nos veíamos, pocas palabras, hola y adiós. Por eso quería conectarme, quería hablar con él, era super simpático.
-¿Qué? ¿Está?- Dijo Paula, pegándome un codazo y guiándome el ojo.
-Pues no, no está. Tía quiero hablar con él. Son las 10 y media, seguro que está cenando, en media hora me dejas volver a conectarme vale, por favor.
-Si, tranquila, yo te la dejo, pero luego me la devuelves, que no esté rondando por ahí como siempre, ¿eh?
-Sí, sí, yo digo que es algo importante y que ya no tienes batería. Me invento una trola y au.
-¡Rubia!¡Pau!- Nos llamó Carla desde la esquina de su casa. Estaban todas, llegabamos tardísimo.
-Sorry, en mi defensa diré que no es culpa mia.- Dije, mirando a Paula con cara acusadora.
-Lo siento, ¿Me acompañais al calvo?
-Ibamos para allá.- Contestó Carla, ya que las demás ya estaban bastante más lejos.
Llegamos a la tienda, Paula y yo más retrasadas, como siempre, y hablando de nuestras cosas.
-Un paquete de pipas, dos chupachups de sandia y un chicle de cada.- Le dije a Jose, el dependiente.
-1,20.- Contestó. Le pagué.
-Chicas vamos llendo hacia la hermita, nos vemos allí.
-Mmmm, bueno vale. Tres chicles de cada, por favor.- Pidió Paula.
-Jolines maja, mucho chicle para una noche ¿No?- Dijo jose- 45 centimos
-No, me faltarán y todo.- Y le pagó.
-Hasta mañana por la noche, y repón chicles que ya se están acabando.- Dije, riendo.
-Bueno Paula, ¿Ponemos musica en alto a lo choni?
-Me parece bien, nuestra lista de reproduccion ¿No?
-No lo dudes. Mira tía ahí va un grupo de gente, a lo mejor está Álvaro.- Estaba oscuro y la luz de la farola daba contraluz, así que solo se veian las siluetas.- Mira, ese que acaba de pasar es él.
-¿Que dices tía? Si puede que ni sean ellos.- Dijo Paula, tomándome por loca.
-¿Qué te apuestas a que son ellos, y el que he dicho yo es él? Le tengo super controlado tía, me conozco hasta su silueta.- Habiamos quedado con las otras en la hermita, pero no habiamos dicho por donde ibamos a ir, así que cogimos el camino largo y fuimos por una calle que daba 'casualmente' a la calle por la que iban ellos. Llegamos en el justo momento que llegaban ellos, y nos los encontramos de cara, ibamos riendonos y no nos dimos cuenta hasta que yo me choqué con Álvaro. Miré a Paula.

dimecres, 5 d’octubre del 2011

Capítulo 5.

-Nos faltan dos en ese equipo, que queremos practicar para el campeonato, ¿Os metéis?- Nos preguntó Virginia.-Bueno, por mi bien, así hacemos algo que si no me aburro.- Contesté
-Vale, yo también.- Añadió Paula.
-Vale, entráis en ese equipo.- Señaló el campo donde se encontraban Álvaro, David y María. Me pareció perfecto.
-Bien.- Y entramos en el campo.
Yo era más bien pésima, para sacar necesitaba ponerme en el centro del campo, porque si no, la pelota pasaba al campo de fútbol de al lado, que estaba vallado y teníamos que dar un largo rodeo para recogerla. Pero luego a la hora de pasarla a un compañero no se me daba tan mal, pero que no me pidieran que me moviera mucho, porque entonces ni me esforzaba. Paula era bastante buena, tenia un saque perfecto y su forma era muy original, y además la devolvía perfecta. Y ya mejor no hablemos de Álvaro o de David, son bonísimos, y como son bastante altos, hacen unos mates impresionantes. Resumiendo, que no ganamos, pero nos hechamos unas risas y estuvimos más de una hora jugando, luego empezaron a entrar equipos y nos salimos.
En una de esas que se nos escapó el balón al campo de fútbol (Aclaro: no por mi culpa, como muchas otras veces) se sentó a mi lado y hablamos un poco.
-Me han dicho que eres un poquito mala, ¿no?- Dijo, con sorna.
-Pues no, solo es que me reservo lo mejor.- Contesté, sacándole la lengua.
-Y, ¿Para cuando?
-Pueeeeeeeeeeeeees, para una ocasión especial.- Dije, haciéndome la tonta.
-¿Que esto no es una ocasión especial? Dime que hay más especial que jugar un partido de voley con tus amigos del pueblo.
-Mmmmmmmmm, pues la verdad, no lo se. Venga va ahora me aplico vas a flipar soy buenísima.
-Ya veremos, pero intenta que en el saque la pelota caiga en el campo contrario y no en el campo de fútbol.- Dijo, riéndose.
-Si cae en el campo de fútbol vas a ir tu a por ella, por reírte de mi.- Dije, empujándole un poco desde el hombro.
-Vale, entonces, intenta no encalarla, por favor.- Contestó.
-Me lo pensaré.¡Anda mira, si me toca sacar a mi! bueeeeeno, seré buena y lo haré bien, para que veas que tengo calidad.
Al final mejoré un poco, pero tampoco demasiado.
-Alba, ¿Qué tal si nos vamos? Que ya casi van a cerrar y aún tenemos que recoger las cosas.
-¡Vale! Hasta esta noche Alvarito.